CONCURSO

HABRÁ ELECCIONES PARA ESCOGER EL NUEVO "MATACHO", SÍMBOLO DE LA FELICIDAD

El sábado 18 de Junio será recordado por la historia de Contratación, como el día en que cientos de títeres salidos de las manos creadoras de niños, jóvenes y adultos, se dieron cita en el Salón Pastoral del Pueblo, para seleccionar los seis finalistas que aspiran a ser elegidos democráticamente, para remplazar y llenar el vacío que dejó la desaparición de su colega, el “matacho símbolo de la felicidad”.
Si bien es una leyenda que tiene cerca de cien años, esta nueva historia empezó a escribirse en el mes de Enero de 2011, con la obra de remodelación de la plaza principal que adelanta la Gobernación y la Alcaldía. Ante el inminente desempedrado de la Plaza, líderes y miembros de la comunidad organizada, con el ánimo de preservar esta tradición del conjuro de la “piedra del matacho”, organizaron una ceremonia de desentierro, con la participación de un mago, una corte de titiriteros y marabaristas, y la presencia de miles de contrateños.
Luego de un poderoso conjuro el “matacho” fue encontrado bajo tierra, dentro de una múcura, y cual tesoro, fue resguardado en una caja fuerte. Ante la insistencia de la comunidad que no lo pudo ver aquel mágico día, el “matacho” fue exhibido al público durante un par de días. Lastimosamente, manos inescrupulosas hicieron realidad aquella sentencia que dice que la felicidad nunca es completa. Se lo robaron.
Pero lo que no se robaron fue la creatividad y el poder de la bella historia que permanece custodiada en el corazón de todos los Contrateños. Así se evidenció en la respuesta de 127 personas que participaron en la convocatoria concurso para elegir el nuevo “matacho” símbolo de la felicidad, que será enterrado en medio de un ritual especial, en agosto, cuando se terminen los arreglos de la Plaza.
El fin de semana anterior se realizó el proceso de selección de los seis “matachos”, que en el mes de agosto serán sometidos a una elección popular y democrática para que el pueblo entero elija su nuevo símbolo de la felicidad. Esta labor de selección de finalistas estuvo a cargo de un jurado compuesto por cuatro personalidades nacionales y un experto internacional: Dos delegados de la Asociación de Titiriteros de Colombia (ATICO), la titiritera y clown Carolina Rodríguez, y la maestra en artes escénicas Lina Montoya; El premio Nacional Compartir al Maestro 2009, el profesor Holguer Alfredo Cruz; el sociólogo y poeta, fundador del Festival Nacional de Títeres: Gabriel Latorre Carvajal; y el artista plástico, titiritero y dramaturgo argentino Daniel Lobo.
Según consta en el acta del jurado, los títeres finalistas que más se ajustaron a las condiciones y características de la convocatoria, así como a los criterios de creatividad, identidad con el Municipio, originalidad y belleza, fueron:
- “El ñoco contrateño”, de Miguel Antonio Martínez (13 años, Contratación)
- “Feshi” de Miguel Pérez Jones (27 años, Bucaramanga).
- “Chemitas”, de Hernán Alonso Mendoza (36 años, Tolemaida)
- “El habitante”, de Jenifer Tatiana Benavidez (15 años, Contratación)
- “Calabachín”, de Deysy Dayana Santos, (11 años, Bucaramanga)
- ”Felicidad”, de Tatiana Katerine Parra (17 años, Contratación)
Debido a la riqueza, belleza y significado encontrado en las propuestas, el jurado decidió otorgar tres menciones especiales a los siguientes trabajos:
- “ConFe”, Contratación Felíz, de Luis Carlos Laytón (16 años, Contratación)
- “Lazarino”, de Juan Pablo Gómez (15 años, Contratación)
- “Saltinbanqui de la felicidad”, de Claudia Lozano (28 años, Contratación)
Desde este momento, los seis títeres finalistas empiezan una labor de promoción y campaña, para ganarse el voto de los miles de Contrateños. Según lo expresaron los promotores del evento, una vez sea elegido el nuevo rey y símbolo de la felicidad, será enterrado en el centro de la plaza, y sobre él se instalará la piedra original, para que el conjuro centenario siga trayendo felicidad al Municipio.
“…Quien pise la “Piedra del Matacho” quedará ligado definitivamente al destino de Contratación. Si luego se marchare de aquí, vivirá añorando las calles torcidas y ciegas de su Contrata ausente, la brisa del Alto de Placitas, sus verdes montañas, el paisaje apacible, sus gentes bondadosas y sencillas. No alcanzará paz en parte alguna, hasta cuando agobiado por contratiempos singulares e inextricables, un día decida retornar para siempre, en busca del tiempo perdido…” (Croniquilla de Contratación)