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REENCUENTRO

En el año 1980 la señora Inés Serrano se vio por última vez con su hijo de 14 años en la ciudad de Bogotá, pasó el tiempo y ella no volvió a saber nada de él.
Sin embargo, a principios de este año, surgió a doña Inés la idea de hacer uso de alguno de los medios masivos de comunicación para poder volver a tener información del muchacho. Algunas personas le estaban colaborando en la búsqueda entre ellas: La prima Cecilia desde Bogotá, Cecilia Arenas, la sra. Resma hna. de Maribeth Coronado y otras. Dias más tarde la señora Yaneth Quiroga le ayudó a hacer el contacto a través de internet con RCN, ella le pidió los datos necesarios, nombre, apellidos, fecha, y lugar de nacimiento y una de las pocas fotos que conservaba de él.
Estos fueron los recursos enviados al correo electrónico del programa Muy Buenos Días, en el mes de Mayo, desde ese momento, doña Inés a las 5:30 a.m. encendía su televisor a la espera del anuncio, pero pasaban días y semanas y los datos de su hijo no los publicaban.
¡Al fin! el 30 de Agosto, todo lo que tanto anhelaba se cumplió, después de varios meses de espera a las 6:15 a.m. sale en la sección de desaparecidos los datos de su hijo, y esto se convirtió en un paso más.

Doña Inés: “Lloré de alegría al escuchar publicar la noticia, Los milagros existen, pensé, esperaba tanto este momento y ahora no lo podía creer, pero me empezó una gran incertidumbre, él la escucharía?”.

Juan Horacio Zuluaga Palacios, su hijo, no vio la noticia, pero Martha su compañera de trabajo, si, como ella lo distinguía anotó rápidamente el número del celular que anunciaban y al llegar Juan a la oficina le dijo: “Flaco su mamá lo anda buscando”.

A las 8:30 a.m. del mismo día, la señora Adriana Coronado recibe una llamada proveniente de la ciudad de Cali, un hombre de 44 años llama a preguntar por la señora “Inés, su mamá”.
(En los datos requeridos pedían un número de celular al que podrían dar la información del paradero del muchacho y doña Inés con la previa aprobación de la señora Adriana proporcionó su número, ya que ella no tenía).

y fue así como pudo comunicarse con la señora Adriana, quien le dijo que su mamá vivía en Contratación, Santander y paso seguido concretaron una cita para las ocho de la noche con el fin de que se pudieran hablar.

La sra. Adriana fue en busca de doña Inés para darle la noticia, al encontrarla le dijo: Llamaron de donde Horacio, Felicitaciones, su hijo apareció.

A las 7:00 p.m. empezó a llover, como cosa rara y a ratos se apagaba la luz, sin embargo a la hora programada estaba doña Inés al lado de la sra. Adriana.
A las 8:00 p.m. timbró el celular, contestó doña Inés, parecía que el corazón se le quería salir de la emoción, después de charlar un rato Juan quedó de venir a visitarla en los próximos días.

La sra. Adriana lo orientó como llegar al municipio.

Juan Horacio: Llegué a Bogotá a las 7:30 p.m. y me fuí a buscar la empresa Omega como me lo habían indicado, la espera fue tremenda, en Barbosa se subieron dos personas, y al preguntarles me dijeron que faltaba mucho, la ansiedad se estaba apoderando de mi, más aún cuando en Oiba el chofer (Carlos Forero, “el Boyaco”), nos dice. con permiso vamos a echar un sueño. Los minutos me parecían horas. De Guadalupe para acá solo veía montañas por lado y lado. Al rato me quedé dormido.

A la entrada del pueblo, parada en la mitad de la carretera una señora con los brazos en alto hacia señas para que el bus se detuviera.

Se abrazaron como queriendo recuperar el tiempo perdido, habían pasado cuatro días desde cuando se publicó la noticia.

Los siguientes días los dedicaron a visitar las amistades de doña Inés, el cerro de María Auxiliadora y otros lugares, les agradecieron a las personas que habían participado de este reencuentro ( Adriana, Yaneht...).
Yo querìa verlo, antes de morirme! ojalá más temprano que tarde.. Sra. Inés

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